Las crisis, aunque sean crisis vocacionales, no justifican todo.
Intentaré explicar a que me
refiero, por supuesto desde el mas
absoluto de los respetos, aún así, probablemente la lectura de estos
“pensamientos en voz alta”, provocaran, no mejor dicho herirán
susceptibilidades. Cuando hablo de “crisis vocacionales”, no me refiero a
ninguna vocación doctrinal, aunque a veces podría considerarse, aludo ó expongo la falta de vocaciones, que sufre el estamento
arbitral dentro de nuestro baloncesto regional, y no quisiera yo con esto, que
para “cuatro” valientes que se animan, se lo replanteen y decidan dejarlo. Pero
como lo cortés no quita lo valiente, no me queda mas remedio que aplaudir cuando
corresponde, y exponer mi crítica,
acertada ó no, cuando lo considero.
Que un arbitro, en formación,
necesita arbitrar para aprender, es obvio, como para un jugador es jugar ó para
un entrenador, entrenar. Que la competición de Minibasket en su grupo especial
es una gran oportunidad para estos proyectos de colegiados, tampoco me plantea
ninguna duda.
Pero señores seamos serios, si queremos dar la verdadera dimensión que
este año tiene la competición, merced al despliegue que se ha realizado
alrededor de la misma por parte de la UCAM para la elaboración de un estudio
pionero a nivel nacional, en el que estrechamente colabora la FBRM, no podemos
dejar solos a dos jóvenes proyectos de árbitro, inexpertos, acompañados de unos
“mesas” con la misma ó menos experiencia que ellos, dirigiendo un partido,
aunque éste sea de categoría “Mini”, sin mas apoyo que un “observador”
arbitral, que lejos de tranquilizar y corregir, cuando corresponda, los errores
que de forma no premeditada cometen, se
dedica a condicionar la actuación de los mismos y se permite “ordenarles” que
tomen decisiones de índole disciplinaria del tipo técnicas, descalificaciones, etc., provocando
situaciones no deseadas, cuando por la experiencia que se les supone, lo que se
espera de ellos es precisamente todo lo contrario, a saber, atemperar y calmar
las fases calientes que toda competición tiene, sea del nivel que sea.
Esto, lejos de ayudar en la formación de todos
los actores de esta historia, provoca que se vivan situaciones esperpénticas,
como la acaecida en la segunda jornada de la competición de Mini masculino en
su grupo A, que a su vez desvirtúa los resultados del estudio anteriormente
citado, y estropea el trabajo y la ilusión de mucha gente, siempre partiendo de
la premisa, de que la involuntariedad
está siempre presente en la toma de decisiones, cuando estas son erróneas o
perjudican a alguien.
Creo que la importancia del
proyecto que se está desarrollando, merece que se tomen ciertas medidas, y
estoy convencido de que estos futuros colegiados, hoy en prácticas, que
arbitran en esta competición, se sentirían mas seguros, cómodos, y
consiguientemente sin presión, si los partidos los realizasen acompañados en
pista por un arbitro-tutor, con experiencia, lo que les facilitaría y
aceleraría su formación en materia arbitral.
Si todos ponemos de nuestra parte y remamos en la misma dirección, estoy convencido de que mejoraremos la calidad de nuestro baloncesto en todas sus vertientes.
Me parece penoso el "mutis por el foro" que profesan los correveidiles de este mundillo, que opinando de igual forma no son capaces de apoyar una valiente reflexión como la que acabas de hacer, no vaya a ser que se les vea el plumero.
ResponderEliminarPero amigo, esto es lo que hay, si queremos que algo cambie hay que seguir dando por saco, a sabiendas de que lo tenemos difícil. Ya sabes, cuando hay personas que se creen en posesión de la verdad absoluta es muy difícil hacerles cambiar de actitud. Un abrazo y sigue así, diciendo las cosas claras.