En momentos
de crisis económica, es cuando mas hay que poner a trabajar la imaginación, con
ello surgen iniciativas novedosas, que permiten sobrevivir a quienes las ponen
en práctica, como así es con el Narón Baloncesto, club Coruñés, que milita en
el Grupo A de la liga EBA en esta temporada 2012/2013, y cuyos jugadores
perciben una misma “prima” por victoria, como único incentivo.
La plantilla del Narón Baloncesto se la
juega en una apuesta durante toda la temporada. Según explica su entrenador,
Suso Varela, ningún integrante de la plantilla cobra de forma fija. Solo
reciben 50 euros por cada encuentro ganado. Si terminan entre los mejores de la
Liga EBA con tal singular política retributiva, los jugadores irán recibiendo
150 o 200 al mes; de lo contrario, pasarán el año casi en blanco. Su peculiar
caso ilustra las dificultades económicas del baloncesto español. El club
buscaba la permanencia sin pagar nada el curso pasado, y este año, con solo esa
prima, pudo configurar un grupo para mirar a la zona alta.
«Fichamos
casi por amistad. Juegan por partido ganado, y en principio entrenarán solo
tres días», explica el técnico. Esa política le permite tener jóvenes que
buscan minutos y reivindicarse en un club familiar, gente de la zona que
prefiere jugar en casa a cobrar cantidades irrisorias en otras plazas de la
EBA. Este año recuperó al ferrolano Luis Otero, joven talento de la cantera del
Estudiantes madrileño y que militó la temporada pasada en La Palma. Pero
también cuenta con foráneos como Nico Bodic, que después de una lesión de
rodilla quiere establecerse en España y usar el club como trampolín temporal.
Otra apuesta. «Buscarán un trabajo. Tanto él como todos, o estudian o persiguen
un empleo», añade el entrenador, que está en las mismas condiciones que su
plantilla, a 50 euros por victoria.
«En el
resto de la categoría, la mayoría de clubes doblan o triplican nuestro
presupuesto. Y ofrecen dinero, piso y manutención, en muchos casos. Antes
pagaban 700 euros al mes en la EBA, y así está ahora la categoría, en la que
muchos clubes desaparecieron», considera Varela.
«Muchos
jugadores cayeron a la EBA por la crisis económica del baloncesto. No quieren
viajar a clubes de otros puntos de España con lo poco que pagan, y juegan en
casa», coincide Pablo Fernández, el entrenador del Recinor Ferrol, heredero del
mítico OAR y que lleva años intentando subir a la LEB Plata. Le sucede hasta al
veterano Lucho Fernández, con pasado en la ACB, al que no le compensa fichar en
la LEB Oro con lo que le ofrecen, y prefiere entrenar y esperar en Ferrol a que
le surja algo mejor.
Fuente: LA VOZ DE GALICIA.ES
No hay comentarios:
Publicar un comentario