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domingo, 13 de mayo de 2012

NO ME ENTRISTECE LA DERROTA


No, no me entristece la derrota, lo que me entristece precisamente es eso, el que no me entristezca, lo que puede parecer un galimatías, no es más que un intento de expresar un sentimiento, con lo peligroso que eso puede llegar a ser, de hecho ya pago desde hace tiempo el peaje por haber expresado mis sentimientos; desconocía, inocente de mí, que en este mundillo, no hay que ir de frente con determinadas cuestiones, ya que dependiendo de quien sea tu interlocutor, su interpretación puede acarrear distintas consecuencias.

Tal día como el 23 de Mayo de 2010, escribía en este espacio una crónica que titulaba “GRANDE…MUY GRANDE EL TRABAJO DE NUESTRO INFANTIL-96”, en una semifinal como la de hoy y ante el mismo rival y con  el mismo resultado, pero  qué distinta en cuanto a todo lo demás. Hoy casi dos años después, me habría gustado poder escribir algo parecido o incluso mejor, pero las circunstancias mandan y la realidad es la que es. Creo recordar que finalizaba aquella entrada de la siguiente manera:

 “Como padre, agradecer a Pablo, Jorge y Alfonso, el magnífico trabajo realizado con este grupo, vosotros como yo, sabéis lo difícil que ha sido, pero también sois conscientes de que habéis sembrado una semilla que antes o después dará sus frutos en forma de éxitos deportivos.”

Esa semilla tenía su fecha prevista de eclosión, y no era otra que hoy 12 de Mayo de 2012, pero desgraciadamente no hemos sabido hacerla germinar como debíamos, no hemos sabido cuidar esa semilla y la consecuencia no ha sido otra que una mala cosecha, una pena, pues creo que hemos tenido en nuestras manos una de las mejores generaciones Cadete, la del 96, y tristemente no lo hemos aprovechado.

Algún mal pensado, creerá que escribo desde la acritud que teóricamente me pueda provocar el hecho de ser parte interesada en esta historia, pero nada más lejos de la realidad, escribo desde la tristeza que me provoca la no tristeza por haber perdido una oportunidad única. Probablemente ahora unos y otros buscaremos culpables, justificaciones, incluso alguna explicación, yo ya os puedo adelantar que no lo haré, desde luego que tengo mi opinión al respecto, y creo que utilizaré mi derecho íntimo y personal de no compartirla.

Probablemente me equivocaré como casi siempre,  pero creo que esta generación, no estará nunca tan cerca como lo ha estado. Lo hemos tenido ahí, pero no hemos sabido cogerlo.

PD: Como esta entrada trata de plasmar un sentimiento, y para nada pretende generar opinión, me reservaré también mi derecho a no publicar ningún comentario relacionado con la misma. Creo que todos los que habitualmente entráis en este espacio, conocéis sobradamente mi identidad, y si personalmente alguien quiere comentar algo conmigo, siempre estaré en disposición de hacerlo tras una olorosa y cálida taza de café.