Este espacio nació como algunos saben, a modo de "Bitácora", en la que se relataban algunas cosillas de baloncesto, fundamentalmente relacionadas con mis dos hijos, Jesús y David y sus respectivos equipos y clubes.
Hoy, David, "Hasen" para la mayoría de sus amigos, y son muchos, dentro del mundillo, ha escrito sobre lo importante y lo que supuso para él y su generación la figura de Kobe, lo ha hecho con el corazón, homenajeando de esa manera la figura de un jugador de BALONCESTO, que dejó y dejara huella en ésta y en generaciones venideras.
A petición de "Hasen", os reproduzco y comparto su sentido escrito, merece la pena leerlo.
"Los Ángeles se ha vestido de
negro y ya lleva unos cuántos días sin poder parar de llorar. Algunos todavía
esperan que todo este capricho del destino no sea más que una broma, un chiste
de mal gusto al que nadie le ha podido cortar las alas. Pero cada vez la
realidad golpea con más fuerza en la ventana de los incrédulos.
Todo comenzó este domingo por la
tarde, cuando en los móviles de más de medio mundo sólo se podía leer un
titular.
“MUERE KOBE BRYANT EN UN
ACCIDENTE DE HELICÓPTERO”
No creo que haga una suposición
muy exagerada si asumo que a varios adictos de este mundillo le paso lo mismo
que a mí: No puede ser verdad. Esto tiene que ser una fake news de esas y
seguro que saldrá en seguida a desmentirlo. ¿Verdad? Pero las horas pasaban
y nadie salía. Mis redes sociales se inundaban de fotos de la leyenda y
mensajes de apoyo para la familia, pero, aun así, algo dentro no me dejaba
pensar que fuese verdad. Casi sin preocupación me acosté sabiendo que todo esto
era verdad, pero pensando que al día siguiente sería mentira. Algo parecido a
una lucha interna entre fe y certeza. Pero al levantarme de la cama, el mundo
aun lloraba la pérdida. Algunos equipos dejaban correr el reloj hasta el 24
y otros lo dejaban muerto en la línea de su ultimo tiro libre por 8. Homenajes,
canciones, grafitis, programas, historias, textos. Todos con un mismo sujeto. Y
ahí es cuándo empezó a golpearme. El estómago se encogió y los ojos se
humedecieron. Este domingo no había habido un accidente de tráfico que se había
llevado la vida de un jugador de baloncesto, su hija y siete amigos. No, el
domingo había fallecido un superhéroe. Porque Kobe Bryant fue mucho más que uno
de los mejores jugadores de la historia. Kobe Bryant fue un icono.
Nunca ha sido necesario nombrar
los hitos de Kobe para saber que era un gran jugador, con un minuto de juego
bastaba. No hacía falta más que ver la determinación que había en sus ojos y
ese juego sincero y duro que desprendía un aura especial. La mamba mentality.
Porque Kobe era capaz de atraparte, de demostrarte que él quería ser el mejor y
nadie iba a poder pararlo, de demostrarte que el trabajo duro es la única
manera de lograr las cosas. Bajo este hechizo, miles de futuros jugadores
crecimos adorando el baloncesto, imitando por los parques sus movimientos,
viendo durante horas vídeos suyos y soñando algún día ser como él. Kobe Bryant,
fue el jugador que despertó a mi generación, y mucho más aquí en España. Cuando
el dúo de Pau y Kobe lograron ganar el anillo de la NBA, este país redescubrió
por completo las delicias del baloncesto americano y muchos niños empezamos a
pelear en las canchas de mini para algún día estar nosotros allí. Así, pudimos
ver la rivalidad con los Celtics, recordar el dominio de Shaq y Kobe, los 81
puntos contra Toronto, la desesperación de estar en un equipo flojo o los 60
puntos que diste en tu despedida. Mamba out. Grandes momentos que le hicieron
mágico para muchos de nosotros.
Entonces volvemos al domingo, cuando ese
dichoso mensaje inundó internet. Kobe Bryant ha muerto. No lo pude aceptar
porque sería aceptar que ha muerto la persona que nos motivó a tantos para
jugar al baloncesto, aceptar que ese aura especial desaparecía y aceptar que
todos esos momentos se habían estrellado en un helicóptero. Ahora ya han pasado
unos días, y la realidad de la muerte ha calado fría por mis huesos. Pero de
algo estoy más seguro que nunca, que este domingo pudo fallecer Kobe Bryant,
pero The Black Mamba sigue viva".
David García Pérez.
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