LA ESTATURA IMPORTA, PERO NO DETERMINA



Me viene a la memoria  un base estadounidense en el Mundial de baloncesto España 86 que ganó el oro junto a su equipo llamado Tyrone Curtis Bogues, alias “Muggsy”. Fue tema de conversación entre los aficionados de forma recurrente, no por su juego brillante, sino más por la estatura desde la que lo realizaba, 1,59 metros. Hoy día aún sigue siendo el jugador más bajo de la historia de la NBA.  Su falta de estatura la compensaba con una extraordinaria velocidad, un manejo de balón imparable en dribling, buena mano en el lanzamiento a canasta, una capacidad defensiva casi insultante, y su mayor característica,  un salto espectacular. Para labrarse una carrera profesional larga y fructífera como la suya, en un deporte en el que la estatura prima casi por encima de todo, está claro que tuvo que esforzarse y no poco, debiendo superar muchos obstáculos. Si lo pensamos detenidamente, “Muggsy” era bajito casi para cualquier deporte, pero fue capaz de demostrar que cuando se quiere, se pueden superar barreras aparentemente insalvables, y que no existen límites ante la determinación personal.

 

Otros claros ejemplos de que la altura importa, pero no determina, son jugadores como Earl Boykins con 1.65 metros de estatura es el segundo jugador mas bajito que ha jugado y juega en la NBA, actualmente en Houston, donde tiene un rol muy concreto, que no es otro que salir desde el banquillo a inyectar energía ofensiva a su equipo.

Spud Webb con 1.69 metros de estatura, tal vez el mas conocido de los bajitos en la NBA, famoso por ser el jugador mas bajo en ganar un concurso de mates, con algunos espectaculares que cobraban mayor importancia en la medida que quien los realizaba, apenas alzaba el 1,70 metros, pero lo mejor de el no eran los mates, como nos cuenta este interesante articulo de hace 8 años, pero ese all-star de 1986 será eternamente recordado:

El mejor small dunker de la historia de la NBA no quiere oír hablar de mates. Según él mismo, ganar el concurso de mates en 1986 pudo eclipsar su juego. No obstante, a pesar de sus 41 años, la gente aún le pide que les regale un mate

“No sé si aún llego a machacar, desde que me retiré (1997) nunca volví a jugar. Todo el mundo aún quiere verme machacar y yo siempre digo… no estáis en vuestros cabales. Tal vez aún llegue al aro, no lo sé, simplemente ya no lo volví a intentar” por el escepticismo de Spud es evidente deducir que no sería capaz de repetir hazañas de antaño a sus 41 años.

Anthony Web siempre fue el más pequeño, pero cada vez que le decían que no lo conseguiría el trabajaba más duro. Siempre fue un gran atleta. Nació con unas piernas prodigiosas y una fe más gigante que sus futuros rivales. Tuvo que romper moldes, tuvo que saltar más que nadie, tuvo que ser más rápido que todos y lo más difícil: tuvo que superarse todos los días. Por eso todo el mundo se ponía las manos en la cabeza cada vez que veían a un chico de menos de 1.70 machacar de espaldas a dos pies. O con un rectificado a dos manos, cruzar la pista a velocidad luz y manejar el balón con una destreza atípica. “Para mí habría sido más fácil hacerlo a una mano pero yo no era capaz de agarrar el balón con una mano así lo mejor era machacar con dos”.

Verle machacar era tan espectacular que allá por donde iba la gente se lo pedía sin cesar, de hecho, como indicamos más abajo, aún lo hacen: “la gente solo me veía como un dunker así que decidí no presentarme más al concurso de mates. Yo sabía hacer muchas otras cosas para ayudar al equipo pero la gente no lo apreciaba. Creó que ganar el concurso de mates, de alguna manera, también me hizo daño”. Tal vez, pero también es cierto que Anthony ‘Spud’ Webb dio esperanza a todo el mundo ¿Si él podía porqué nosotros no? Yo creo, que muchos conseguimos hacer el mate gracias a su inspiración.

Ahora Spud reside en Dallas, lugar al que pertenece y lugar en que ganó el archiconocido concurso de mates a su compañero Domique Wilkins, donde no huele el baloncesto de forma activa “la gente no se lo cree pero desde que me retiré tan sólo he jugado una o dos veces al baloncesto”.

Nate Robinson con 1,75 m, otro que ganó un concurso de mates, concretamente tres,  los de 2006, 2009 y 2010 y aun está en activo en la NBA, en Golden State, tiene un salto vertical increíble, casi como Spud Webb.

Hay que hacer una mencion special a Allen Iverson con sus 1.83 metros, fue nombrado MVP de la temporada 2001, MVP del All-Star Game en dos ocasiones (2001 y 2005), novato del año y 4 veces maximo anotador de la NBA , siendo quizás el jugador de los “bajitos”, con mejor currículo.

Todos ellos, y otros mas, menos conocidos, pero no menos importantes, han tenido que trabajar muy duro, y superar muchos escollos, pero han salido victoriosos, y han sido capaces de demostrar, que con trabajo, tesón, y por supuesto talento, la estatura es importante, pero no determinante.